Psicoanálisis o sugestión

Resumen

¿Quién es paciente?

Un enamorado o un hombre al uso no son pacientes. El primero, porque sumido en la ilusión narcisista del amor, que le hace recuperar la situación fálica, esta pleno, completo; su enamorada lo es todo para él y él para ella. No hay grietas en ese universo clausurado. Es la ilusión especular que consagra al Yo como Ideal.

El segundo, en cambio, no es paciente porque se ha sometido a la ley. La acata, la respeta, la cumple; y a través de este rodeo, de cumplir con las consignas de sus ideales, recupera a su Yo como Ideal. Ideal que vaciló frente a la aparición de un tercero, su padre, que al desplazarlo como objeto del deseo de su madre, lo condené para siempre a intentar hacerse con los atributos que le marcar para restituirse como Ideal. La ley del padre: «Así has de ser».